Editorial

 

Gringos visitan escuela en Argentina

 

Todo aquel que est� al d�a con las noticias sabe que los Estados Unidos son odiados en el mundo �rabe. No resultar� una sorpresa, entonces, decir que, en el resto del mundo, los Estados Unidos suscitan, si bien no exactamente odio, s� disgusto, o m�s bien desprecio -y eso incluye a la Argentina y al resto de Latinoam�rica. Ese odio y resentimiento inevitablemente se traspasa, aunque a menudo inconscientemente, a los �americanos�. No todos los norteamericanos bombardean a civiles inocentes, torturan y humillan prisioneros o mienten al mundo. La mayor�a incluso se opone a tales pr�cticas. No obstante, se traspasa.

 

No siempre fue as�. Siendo ya expatriado en oportunidad del asesinato de John F. Kennedy, recuerdo las expresiones de congoja, no s�lo en los Estados Unidos sino tambi�n en el mundo entero. Recuerdo las colas que se extend�an por cuadras y cuadras alrededor del consulado en Buenos Aires: miles de personas esperando para firmar el libro de condolencias. S�lo por el hecho de ser ciudadano norteamericano, recib� cartas de p�same de gente que apenas conoc�a. El sentimiento se traspasaba.

 

S� bien de la aparente contradicci�n de que los Estados Unidos a�n sea un potente im�n para muchas personas de pa�ses menos afortunados del tercer mundo que buscan mejorar su est�ndar de vida. Llam�mosla entonces una relaci�n de amor-odio, en la que el amor se est� desintegrando r�pidamente.

 

Pero...no todo es tan unilateral.

 

Muchos de ustedes habr�n reparado en el pedido de donaciones para la escuela Waldorf �El Trigal� de la Argentina. Algunos lectores han incluso respondido a dicho pedido, por lo cual los ni�os, maestros y padres les est�n muy agradecidos. Sin embargo, quisiera referirme aqu� a una respuesta que fue m�s all� de todo lo esperado.

 

En abril del corriente a�o, un grupo de gringos de la Escuela Waldorf Marin de California lleg� para hacer un trabajo comunitario � ni�os del octavo a�o, su maestro y dos madres. No llegaron como embajadores de buena voluntad, no los tra�an asuntos pol�ticos, no estaban pensando en Afganist�n ni en Irak; tan s�lo quer�an ayudar. As� que vinieron. Correcci�n: no eran todos gringos �el maestro, Claudio Salusso, es un argentino residente en los Estados Unidos desde hace doce a�os. �l fue la conexi�n con Argentina.

 

Llegaron con bolsos llenos de �tiles escolares: crayones de cera de abeja, acuarelas �todo muy caro aqu�-, buzos con el logo de la escuela Marin para los ni�os, etc., y la voluntad de trabajar.

 

 

Pintaron toda la escuela.

 

Construyeron un tobog�n y trepador para el patio de primaria, con la considerable ayuda de �Jota�, un padre de la escuela que es carpintero.

 

Y repararon el arenero.

 

Los ni�os de El Trigal estaban fascinados al descubrir que en verdad hay gente en el mundo que habla en ingl�s. Uno de nuestros peque�os sinverg�enzas se dirigi� a uno de los gringos que estaba pintando y, queriendo probar su ingl�s, le pregunt�: �What is your name?� �Bennett. What�s yours?� �Shut up!� Y se alej� corriendo antes de que Bennett pudiera alcanzarlo.

 

Por supuesto, hubo encuentros sociales entre los dos grupos. Al d�a siguiente de su llegada fue el cumplea�os de Claudio, as� que una de las maestras le hizo una torta y la maestra de m�sica le prepar� un homenaje musical. Es s�lo un ejemplo.

 

La escuela Marin cerca de San Francisco es una escuela Waldorf, como El Trigal: otra conexi�n. En una �poca en la que todo se privatiza, incluso la guerra y, s�, hasta la educaci�n, es necesario mencionar cu�n err�neo es este camino. Aunque se ha vuelto evidente que el estado es incompetente en el �rea educativa, el reflejo autom�tico de la pol�tica neoconservadora es pasarla a manos privadas. Reconocer que el estado no tiene que meterse en la conducci�n de las escuelas est� bien; pero recurrir a empresas privadas como si las escuelas fueran ferrocarriles, s�lo puede empeorar la situaci�n. Tanto El Trigal como Marin son propiedad de asociaciones sin fines de lucro en las que los padres forman parte de los cuerpos directivos. Incluso si hubiera ganancias, que no las hay, no existen accionistas, socios o individuos que reciban los beneficios. Todos los ingresos se utilizan para cubrir los gastos de la escuela. Ser�a conveniente que los educadores de todo el mundo analizaran esta idea y ejercieran presi�n sobre los estados pol�ticos para lograr las correcciones obviamente necesarias en el sistema.

 

Los gringos trajeron mil d�lares para gastar en materiales y/o donar a la escuela. Los materiales (pintura, pinceles, madera, etc.) insumieron unos u$s 300. El resto ha sido destinado a la campa�a para recolectar u$s 7.000 para cubrir el d�ficit de la escuela durante el a�o 2004. Aparte de esto, se han recibido hasta ahora alrededor de u$s 1.500 en donaciones. Si usted a�n no hecho la suya, �por qu� no dar un vistazo a El Trigal y comprobar su coeficiente de generosidad? Todo peque�o aporte es una ayuda, ya que una moneda fuerte rinde mucho aqu�.

 

�Qui�nes son?

 

Los ni�os: Angela, Bennett, Cole, Gabi, Galya, Mason, Nicholas, Nicky

Las madres: Jody, Frances

El maestro: Claudio

 

�Gracias, amigos!

 

La visita de la escuela Marin es un suceso m�nimo cuando se lo mira desde una perspectiva universal. Pero a�n as� tuvo un enorme impacto sobre un peque�o grupo de ni�os, sus maestros y padres en un remoto rinc�n del as� llamado tercer mundo. Y si pensamos en la teor�a de que el movimiento de las alas de una mariposa en Argentina (por ejemplo) tiene un profundo efecto en California (por ejemplo), tal vez no sea tan peque�o despu�s de todo.��