Caballo y Luna
(A mi caballo “Duende”)
por Maricel Mendiguibel
La luna un día se entretuvo
paseando por el pelaje de mi caballo,y se olvido el camino de regreso,
y ahí se quedó a vivir.
Ella lleva a todos lados,
la mete al rio,
le prende espinas
que entreteje en su cola,
la deja sin aliento
cuando se tiende a galopar.
La luna esta briosa, inquieta, elegante,
todos la admiran al verla pasar,y hasta tiene el don de alumbrar de día,
cosa que ni el sol pudo lograr.Extraña comunión de caballo y luna,
él es inocente de estar en plenilunio,
y ella nada sabe de galopar.
La luna lo eligió cuando él nació,
para alumbrar en su piel,
luciérnagas de eterno amanecer.Mi caballo galopa por el cielo sin saber,
y ella corre por los campos
sin querer también.
Lunita traviesa, no me dejes de alumbrar
en la piel de mi caballo.
Siempre te quisiera encontrar,
y cuando la noche eterna lo lleve a su par
quiero tener los ojos cerrados
para no morirme, de tanto llorar ...